lunes, 29 de junio de 2009

Historia de barrio



Cuando a bordo de la ruta 7/4 llegamos al barrio Jazmín, nos encontramos con un paisaje más rural que urbano al observar que aun predomina el verde de la naturaleza, contrastado con el color ladrillo que sobresale de las fachadas de las casas además del oxido que se ha apoderado de las tejas de cinc por el transcurrir de los años quitándole su brillo característico.

El barrio se encuentra ubicado en el sur occidente de la ciudad musical de Colombia, fue fundado hacia el año 1968. En aquella época en la que su paisaje era totalmente verde y que más que un barrio parecían pequeñas fincas llenas de cultivos.

Entre los primeros pobladores se encuentra las familias Rubio, Perdomo, Torres, entre muchas otras que llegarían a habitar estos terrenos.

Si nos detenemos por un momento en nuestro andar podemos llenar los pulmones de aire puro, de aire que huele a flores, a café, a vegetación. Pero estas fragancias se interrumpen repentinamente cuando los lunes, miércoles y viernes en la esquina de la carrera 36, otras emanaciones hacen su aparición; las basuras de centenares de personas que se concentran en un mismo lugar como una clara muestra de la poca cultura ciudadana que impera en el sector y que invita a los habitantes del mismo a invadir esta esquina con sus desechos mucho antes que el vehiculo recolector transite por allí.

A pesar de esta tradicional problemática sin aparente solución, la esquina de la carrera 36 sur también se ha convertido en el punto de encuentro de los conductores de las busetas de Expreso Ibagué, que cubren la ruta 7/4. En aquella esquina compran una que otra golosina la cual comparten con un café. Al llegar allí solo vemos una mancha de color fucsia que llega desde las cinco de la mañana y se marcha a las 7:30 de la noche.

Esta mancha de transporte urbano además de prestar un servicio fundamental a la población de este barrio, también los beneficia de otras formas, pues diariamente se pueden ver a muchas personas trabajando a lo largo de las calles del barrio lavando estas busetas generando empleos alternativos.

Esta comunidad parece haberse congelado en el tiempo pues no muchas cosas han cambiado desde su fundación hace 41 años. Los habitantes de este sector siguen sufriendo por la falta de agua potable a pesar de que hace más de 35 años se construyo el acueducto que surte a cientos de personas del preciado líquido a unos costos mínimos gracias a que es propio.

Las calles se encuentran en un estado lamentable, además de las carreteras el Jazmín cuenta con una gran cantidad de escaleras que lo comunica con sus diferentes sectores como el Jazmín parte alta, el vagón y la vereda el Cural con la que limita.

El barrio ha estado marcado por dos avalanchas, una de las cuales dejaría un saldo de una persona muerta y cuantiosas perdidas materiales. En la actualidad este ha sido golpeado por la última ola invernal que azotó el país dejando 45 familias damnificadas por el deslizamiento de tierra del Jazmín parte alta.

La zona no cuenta con escenarios deportivos, así que las calles se convierten en improvisadas canchas de fútbol poniendo en riesgo la vida de los niños al exponerse a ser atropellados

Este sector del sur es un claro ejemplo de que el progreso no llega a todas las esferas de la sociedad.

miércoles, 17 de junio de 2009


Escuela Barrio JAZMÌN

Escuela del barrio que les sirvio de albergue

Empleos informales
sitios de esparcimiento

vista de la variante desde el Jazmìn

En este estado se encuent5ran sus calles

vista desde uno de los muros del Jazmìn parte alta

PERSONAJE

Diariamente este era el camino que debía recorrer Anderson Gonzáles, un joven de 24 años habitante del barrio Jazmín parte alta. Desde el 11 de abril del 2009 su vida, la de su familia y la de 45 familias más, cambiaria drásticamente.

Ese nefasto día recuerda él fue normal como siempre, pero cuando la tarde fue cayendo todo cambiaria; a las 11 de la noche cuando todos ya estaban a punto de meterse entre las cobijas para descansar dadas las inclemencias del clima que no daba tregua y había hecho que la mayoría se fueran temprano a la cama.

Esa noche todo fue confusión, ante la amenaza de que las casas se les vinieran encima. Sin pensarlo empezarían a abandonar lo que con tanto esfuerzo habían construido. “nos toco salir con lo que teníamos puesto y nos albergaron en la escuela esa noche.”

La escuelita del barrio, que no es muy grande pero que esa noche les serviría para resguardarlos del frío y la lluvia. El helaje que hizo esa madrugada se calaba entre los huesos y no los dejo dormir, además la incertidumbre de no saber que iba a suceder con ellos y sus casas.

Cuando los primeros rayos de sol estaban asomando Anderson ya estaba en lo alto del barrio donde se encontraba su casa. Solo en ese momento se dio cuenta que nunca más podrían regresar.

Al recorrer la parte alta del Jazmín vieron la punta del iceberg, vieron como se habían abierto unas grietas gigantescas que venían desde lo profundo de la tierra y habían agrietado gran parte de las estructuras de las casas. Dejando muchas casi en el aire.

El invierno que por esos días había sido inclemente con la ciudad Musical y con muchas partes del país, había sido el culpable de que Anderson y su familia se hubieran quedado sin un lugar donde vivir.

Su casa que parecía más bien la casa en el aire de Escalona, y no por que su padre la hubiera construido así para que nadie los visitara como a Ada luz, sino porque no tenía otro lugar a donde meter a su familia. Aunque no fuera la casa más grande y no tuvieran muchas comodidades era suya y no tenían que compartirla con nadie.

Por el contrario en la escuela se encontraban hacinados “y no es que yo me queje pero es que vivir con más personas es muy berraco uno no sabe que mañas tienen además que eso nunca faltan los problemas sobre todo entre las mujeres. En la escuela teníamos colchonetas, cobijas y buena comida eso si para que. Los niños y los ancianos eran prioridad.”

Desde el 11 de abril hasta el 2 de mayo se refugiaron en la escuela eso hasta que el Presidente de la Junta De Acción Comunal del barrio don Pedro Cortes, les dijo que los niños necesitaban estudiar y que con ellos hay no podían hacerlo.

Ese sábado que se trastearon de la escuela ya tan solo quedaban 5 familias más o menos unas 16 personas entre niños y adultos. “cinco familias fuimos las únicas que aguantamos pues los demás se aburrieron y se fueron para donde algún familiar y hubo otros que tenían formita y se fueron a pagar arriendo, porque nunca nos solucionaron nada y ahora menos que nos sacaron de la escuela.”

Para sacarlos de la escuela les arrendaron una casa en el mismo barrio un tal doctor Monrroy que aparentemente nadie conoce, la casa solo tiene dos habitaciones, la sala- comedor, la cocina, el baño y el patio. Cuenta la señora Blanca madre de Anderson que casi duermen uno sobre otro como en una caja de sardinas.

Lo más preocupante de esta situación es que ya se les venció el mes y nadie aparece ha pagarles el siguiente, así que les toca desocupar e irse a vivir en donde tienen las pocas cosas que les quedaron de aquel día.

Aquella casa es más pequeña que la anterior y pagan 180 mil pesos de arriendo. La comida les ha tocado rebuscársela porque ya nadie les responde por ella. Lo pero de todo es que Anderson desde mayo hace parte de los desempleados en Ibagué, el trabajaba en una ferretería que queda en el barrio la Pola pero como el mismo cuenta “ya hay no se hacia ni lo del arriendo”.

Para colmo de males el padre de Anderson Gilberto Gonzáles, no tiene un trabajo fijo, él trabaja en las afueras del supermercado centrales ayudando a las personas a cargar sus mercados, pagando recibos, haciendo consignaciones y de ahí lo que la gente le quiera regalar por sus servicios.

Con tristeza me muestra lo poco que quedo de su casa, y dice “nos ha tocado tumbar muchas paredes que quedaron en pie para que no vaya a ocurrir un accidente, y muchas otras se las han llevado los amigos de lo ajeno que nunca faltan. Ellos son los que se han trasteado mas de una cosa todo lo que medio sirve se lo llevan pa venderlo.”

Anderson no sabe que va ha pasar de ahora en adelante, “nadie aparece a solucionarnos algo y nosotros solo estamos dando tumbos para lado y lado lo único que nos han dicho que el censo que nos hicieron cuando nos fuimos para la escuela se va hasta finales de julio para Bogotá pero mientras tanto nosotros qué…”

Al principio eran puros pañitos de agua tibia como se dice, mucha gente nos traía cosas ahora ya nadie se acuerda de nosotros ya somos parte del pasado.

La Gloria de Olidèn

Un hombre moreno, delgado y alto aparece por la mitad de la calle cargando unos bultos de no se sabe que cosa. De pronto entra a una casa donde la verja es de arena y la fachada es de color ladrillo, como muchas de las casas del barrio Jazmín.

Sus pisos que aparentan ser rústicos muestran que en algún momento de la vida fueron de color amarillo, pero que por el paso de los años han perdido su color.

Al entrar a aquella casa veo que donde debería haber muebles solo hay unos cuantos retazos de mimbre, unas varitas de bambú y una bolsa negra llena de latas, como las de la leche para los niños. Contra la pared un comedor viejo casi en ruinas y dos banquitas de madera a punto de venirse al suelo, victimas del tiempo.

De pronto, ante mis ojos todo aquel material empieza a adquirir forma. En cuestión de diez minutos unos cuantos retazos de muchas cosas habían sido condensadas para formar unas antorchas, que para este hombre moreno, delgado y alto es la forma de ganarse la vida.

Su nombre es José Oliden Rubio, y dice que este es un oficio que heredó de sus padres, “esto era lo que hacían mi mamá y mi papá y mis hermanos y yo aprendimos de ellos mirándolos, pero soy el único que siguió con la tradición.” Afirma que lleva muchos años en este oficio “Yo hago esto hace más de 25 años y le he enseñado a mi esposa y a mis cinco hijos.”

El día se ha tornado caluroso y al son de noticias y uno que otro vallenato el ambiente se hace ameno para trabajar.

Al otro lado de la sala- taller se encuentra su esposa Gloria, una mujer delgada y blanca vestida con una camiseta negra y un short de jeans azul. En sus manos lleva unos anillos improvisados de color negro con una pulsera que parecieran ser de caucho, pero eso a ella no le importa porque las luce como si fueran las alhajas más costosas y hermosas del mundo.

Aunque Gloria sea su nombre y bello su significado no tiene nada que ver con ella. Su vida ha estado marcada por la necesidad y el rebusque, nunca aprendió a leer, ni a escribir, pues sus padres que vivían en una pobreza absoluta nunca tuvieron el dinero para darle estudio. Cuando no tiene trabajo con las artesanías ella lava ropas ajenas y hasta busetas de la ruta 7/4.

Olidén orgulloso de mostrar su trabajo cuenta que ellos hacen muchas cosas además de antorchas. Sin perder su trabajo de vista y levantando poco a poca la mirada me muestra su obra, son unos abanicos que adornan la pared de lo que debería ser la sala, pero que en este momento es el taller. También me muestra campanas, canastos, una cortina que aún no ha terminado y hasta un instrumento musical.

Afirma que no se gana mucho con las artesanías “por hay unos 400 mil pesos mensuales cuando está bueno el trabajo cuando no, no gana uno nada”. Por eso para mantener a su familia muchas veces le toca trabajar en construcción, cogiendo café o armando casetas para bailes.

Repentinamente al taller entra corriendo una niña con una botella de Coca Cola litro llena de limonada, la cual pasa a Olidén para que calme la sed de aquel día que cada vez es más caliente. Luego la pequeña se sienta y toma entre sus pequeñas manos una de las antorchas que su padre le ha pasado para que la termine y con una agilidad sorprendente empieza a tejer.

En seguida dos niños más hacen lo mismo, mientras uno de los hermanos mayores parte unas varitas de bambú que hacen falta para terminar algunas de las antorchas.

Ya ha caído la tarde y con ella la finalización de los trabajos. Es así como la familia se reúne en torno a las artesanías, todos colaboran haciendo de esta una verdadera empresa familiar, que solo espera que algún día alguien les tienda una mano para poder comercializar sus productos y no tener que regalarlos por unas cuantas monedas.

Campaña de turismo de Colombia: Colombia, el riesgo es que te quieras quedar

El elemento comunicativo a analizar son: los comerciales de Colombia el riesgo es que te quieras quedar.

1-¿Quién dice?

Dice Pro export, quien fue la empresa que lidero la campaña, también el gobierno y el sector turístico y hotelero de todo el país.

2-¿Qué dice?

Significado superficial:

Que las personas que visiten el país se sientan seguros y protegidos. Que el único riesgo que pueden correr sea el de enamorarse de Colombia de sus paisajes, gente, gastronomía etc.

Significado profundo:

El significado profundo, es el de cambiar la imagen del país en el exterior por eso esta campaña está enfocada en promocionar nuestro país, como destino turístico por excelencia y una nueva alternativa vacacional, dirigida al público tanto nacional como internacional.

3- ¿Por qué canal?

El canal son los nueve testimonios de los extranjeros que vinieron a Colombia y decidieron quedarse a vivir en ella. Para eso, se escogieron personas de distintas edades, sexos, perfiles profesionales e intereses. Gracias a esto se logro un mensaje de “aquí caben todos”. Los testimonios fueron el material para diseñar un stand para la participación de Colombia en las ferias internacionales a lo largo del año 2008, el material impreso dirigido a la prensa, profesionales del sector y público en general.

Nuestro país es reconocido a nivel mundial por grupos al margen de la ley como las guerrillas de las FARC y el ELN además de los paramilitares y el narcotráfico dejando de lado las cosas por las que somos reconocidos mundialmente como el café, las flores y los magníficos paisajes que poseemos.

En los videos se hace referencia a un país de increíble diversidad, variada geografía y climas. A un país lleno de historia lleno de misterios y aventuras, de gente alegre y hospitalaria y culturas que han fascinado al mundo durante siglos.

La campaña se creó ante la gran cantidad de preguntas que surgían en las ferias internacionales sobre los riesgos existentes de visitar Colombia. De allí surgió la idea de enfrentar el problema del desconocimiento del país y sobrepone el aspecto positivo ante la percepción negativa que puede tenerse de Colombia en el mundo.

4- ¿con qué efecto?

El objetivo es el de mejorar la mala imagen que se tiene en el mundo de Colombia, con una campaña que atacara precisamente ese problema, y esto se logro de cierta manera presentando en todas las ferias internacionales de turismo al país, como una alternativa vacacional confiable para los turistas internacionales, mostrando la cara bonita del país exponiendo que el único riesgo consiste en enamorarse de sus paisajes, de su gente, de su gastronomía, de sus ferias y fiestas, de sus artesanías, de sus colores y de todas las experiencias que el país le puede brindar a un turista. También se busca que por medio del turismo se pueda mejorar la economía del país y así se pueda disminuir el índice de desempleo con la creación de nuevos puestos de trabajo.

En la actualidad, la campaña se está promocionando en quince países: Alemania, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, China, Ecuador, España, Italia, México, Perú, Reino Unido, Estados Unidos, Venezuela y el Caribe.